Dictaron doble procesamiento contra el líder de la RAM, Facundo Jones Huala

Fue acusado de alentar un estallido social. La medida fue adoptada por el juez de Esquel, Guido Otranto.


Según publica Infobae, el juez federal de Esquel Guido Otranto firmó un doble procesamiento contra Facundo Jones Huala por los delitos de incitación a la violencia e intimidación pública (art. 212 y 211 del Código Penal) a raíz de sendas proclamas incendiarias en un audio y en una entrevista periodística proferidas en distintos momentos por el fundador de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM).

En ellas, el líder indígena alentaba al estallido social, reivindicaba el sabotaje con «piedra y fuego» y arengaba a atacar a la Gendarmería, entre otras manifestaciones de promoción de la violencia que, según los dos fallos a los que accedió Infobae, le valieron las sanciones penales.

Jones Huala fue notificado esta tarde en el penal de Esquel, donde espera el pronunciamiento de la Corte Suprema en relación a su extradición a Chile, sobre su nueva situación procesal en el país.

No fue la única mala noticia para Huala. La semana pasada también lo anoticiaron sobre otro fallo revisado por el procurador general de Chubut, Jorge Miquelarena, quien decidió mantener los cargos por usurpación, abigeato y tenencia de armas de fuego en una antigua causa iniciada por el Grupo Benetton.

En relación al doble procesamiento, la primera instrucción se inició a raíz de una denuncia del fiscal federal Guillermo Marijuán en octubre pasado, dos días después del hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado en el río Chubut.

El 19 de octubre Jones Huala concedió una entrevista desde su lugar de detención a la radio porteña La Imposible —reproducida luego por este portal y adjuntada como prueba por Marijuán—, en la que llamó a la rebelión y legitimó la violencia política como forma de lucha para los pueblos oprimidos, según se desprende del primer auto de procesamiento.

Entre otros dichos que analizó el fallo, Jones Huala alentó a que «la gente vaya a combatir y ataque los intereses capitalistas y a la Gendarmería». Amenazó, además, con que si era extraditado a Chile se uniría «a los revolucionarios mapuches del otro lado» para «seguir quemando camiones forestales y estancias hasta que se vayan de nuestra tierra toda esta manga de asesinos».

Dijo Huala y más tarde ratificó sus dichos: «La gente tiene que tomar conciencia de lo que está sucediendo en el sur y también en el país, no puede ser este mensaje tan mafioso, vamos a seguir llamando a la rebelión, y esto solamente se puede revertir (…) con violencia política desde abajo contra la violencia política de los de arriba, con la resistencia popular, con la resistencia de los oprimidos y con un estallido social, porque hay que echar a la mierda a estos fachos asquerosos, a esas mugres, a estos asesinos, a estos mafiosos de miércoles que están ahí en el poder, a Macri, a Bullrich, a toda esa manga de porquería que es la Gendarmería también».

La segunda causa la promovió de oficio la fiscal federal Silvina Ávila al difundirse un audio mediante parlantes el 5 de marzo pasado en las inmediaciones de los tribunales federales de Bariloche tras conocerse el dictamen de su extradición a Chile ordenado por el juez Gustavo Villanueva.

En aquel audio Huala volvió a exhortar a la rebelión popular y sus manifestaciones derivaron inmediatamente en ataques con palos y piedras por parte de sus seguidores —entre ellos el mapuche Matías Santana— contra efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que custodiaban el tribunal.

Generaron, además, graves disturbios y daños en Bariloche. Al procesarlo, sin embargo, el magistrado no tuvo en cuenta la consumación del delito, sino la arenga a la violencia que reprime el art. 212 del Código Penal y establece que será reprimido con prisión de tres a seis años el que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones».

«Ustedes, peñis, ya saben lo que tienen que hacer —se escuchó amplificado a través de los parlantes en Bariloche—. El huinca, capitalista, y su poder es nuestro enemigo. Al enemigo no se le discute. Al enemigo se lo destruye (…). No pienso dialogar más con esta basura, asesinos, racistas, opresores, que le andan chupando las medias a los gringos, a las multinacionales, a la sociedad rural, a esa manga de asesinos. No tengan miedo. Viva la RAM, viva la CAM, viva la autodefensa y el sabotaje. Piedra y fuego a la opresión. Vamos a responder con el mismo nivel de violencia con el que ellos vienen. Defiéndanse con lo que tengan a mano. Hasta la victoria. Hasta matar o morir. Marichiwue«.

En ambos dictámenes Otranto diferenció el derecho a la libre expresión de Huala, que no es un derecho absoluto —advirtió—, y ponderó la extrema gravedad y el efecto contagio de sus dichos entre sus seguidores. Ese «desarrollo argumental culminó en una clara incitación a la violencia colectiva», escribió Otranto.

En el primer caso analizado, el magistrado contextualizó sus expresiones y recordó los cuatro ataques con bombas molotov, piedras y cubiertas en llamas, que sufrieron los tres destacamentos de Gendarmería en El Bolsón, Buenos Aires y Córdoba.

«Ese contexto permite apreciar que la arenga realizada por Jones Huala para que se ataque a la Gendarmería Nacional —se lee en la resolución—generó un peligro claro y actual de que, como consecuencia de esa incitación, se reiteraran los actos de violencia que por entonces se venían cometiendo en el país contra esa institución».

La exhortación «para echar a la mierda» al presidente Mauricio Macri y a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich fue desestimada por el juez, ya que entendió que en esa parte de su discurso no surgía un peligro real («claro y actual», según la doctrina que utilizó) de que se cometieran actos de violencia contra el gobierno nacional».

En ambos procesamientos Otranto también le dictó sendos embargos por $10.000 para cubrir los honorarios de su defensor oficial.

Es muy probable que Fernando Machado, su defensor, recurra ambas sentencias que deberán ser analizadas por la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia que preside el juez Javier Leal de Ibarra.

Los dichos de Jones Huala que denunció Marijuán

«La gente tiene que tomar conciencia de lo que está sucediendo en el sur y también en el país, no puede ser este mensaje tan mafioso, nosotros desde aquí vamos a seguir llamando a la rebelión, y esto solamente se puede revertir (…) con violencia política desde abajo contra la violencia política de los de arriba, con la resistencia popular, con la resistencia de los oprimidos y con un estallido social, porque hay que echar a la mierda a estos fachos asquerosos, a esas mugres, a estos asesinos, a estos mafiosos de miércoles que están ahí en el poder, a Macri, a Bullrich, a toda esa manga de porquería que es la Gendarmería también».

«(…) La Gendarmería y el Gobierno sabían dónde estaba [en referencia al cuerpo de Santiago Maldonado] (…). Lamentablemente para ellos acá hubo mucha movilización y eso es lo importante, y todas las formas de lucha son válidas, desde los disturbios a las movilizaciones pacíficas, todo el conjunto de movilizaciones ha logrado poner en jaque la mentira del Gobierno (…), acá le hemos torcido la mano todos los revolucionarios, los reformistas, los movimientos sociales populares, las agrupaciones y partidos de izquierda, los compañeros anarquistas de Santiago; toda esa movilización popular, todas las formas de lucha desarrolladas, han logrado que, más allá de todo, hoy haya un resultado mafioso y tétrico, pero ellos están asustados, (…) temen que se repliquen estallidos y rebeliones a días de las elecciones, entonces yo no voy a retractarme y voy a seguir alentando a que la gente vaya a combatir y ataque a los intereses capitalistas, ataque a Gendarmería, sí o sí que los ataquen, que les hagan sentir el dolor que sentimos».

«A los hermanos de los pueblos originarios, hasta la victoria y marichiweu, a mí si me extraditan, también ténganlo claro que a mí si me extraditan yo me voy a poner a disposición de los revolucionarios mapuches del otro lado y vamos a seguir quemando camiones forestales y vamos a seguir quemando estancias, hasta que se vayan de nuestra tierra toda esta manga de asesinos, nosotros no les tenemos miedo y vamos a luchar hasta vencer o morir, hasta la victoria y marichiweu».

«Todas las formas de luchas son válidas, desde los disturbios a las manifestaciones pacíficas. (…) Ellos [el Gobierno] temen que se repliquen los estallidos y rebeliones a días de las elecciones… Yo no voy a retractarme y voy a seguir alentando a que la gente vaya a combatir: que ataque a Gendarmería, sí o sí que los ataquen, que les hagan sentir el dolor que sentimos».

«Si me extraditan me pondré a disposición de los revolucionarios mapuches del otro lado y seguiremos quemando camiones forestales y quemando estancias… hasta que se vayan de nuestra tierra toda esa manga de asesinos, nosotros no les tenemos miedo y vamos a luchar hasta vencer o morir».

El audio que impulsó la acción penal por parte de la fiscal Silvina Ávila

«Ustedes, peñis, ya saben lo que tienen que hacer. El huinca, capitalista, y su poder es nuestro enemigo. Al enemigo no se le discute. Al enemigo se lo destruye (…). No pienso dialogar más con esta basura, asesinos, racistas, opresores, que le andan chupando las medias a los gringos, a las multinacionales, a la sociedad rural, a esa manga de asesinos. No tengan miedo. Viva la RAM, viva la CAM, viva la autodefensa y el sabotaje. Piedra y fuego a la opresión. Vamos a responder con el mismo nivel de violencia con el que ellos vienen. Defiéndanse con lo que tengan a mano. Hasta la victoria. Hasta matar o morir. Marichiwue».

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